El mundo de las Youtubers de belleza en España ha cambiado mucho desde que las marcas comenzaron a fijarse en ellas. Ahora su credibilidad está constantemente en entredicho y no son pocas las ‘followers’ que las acusan de venderse para recibir productos gratis o incluso de haberse convertido en teletiendas. Pero, si bien es cierto que gracias a la publicidad algunas de ellas obtienen ingresos extras en Youtube, a veces resulta complicado averiguar cuando algo de verdad les gusta mucho o cuando su opinión no es del todo sincera.
Hace un par de años, la blogger y youtuber Azucena Morales publicó una entrada en su blog donde nos mostraba la cara oculta de este mundo, la cuál os recomiendo que la leáis si aun no lo habéis hecho. Bajo el título ‘Reflexión blogger, no es oro todo lo que reluce’ revelaba con desilusión, la gran presión que muchas marcas ejercen sobre las chicas para intentar conseguir siempre valoraciones positivas por parte de ellas, y como algunas acababan cediendo poniendo en entredicho su propia credibilidad.
Pero, volviendo al tema, ¿de verdad es justo decir que son todas unas vendidas? ¿Acaso no puede coexistir la sinceridad con las colaboraciones?
Aunque no creo que todas las youtubers se vendan a cambio de dinero y/o productos, reconozco que ya no es lo mismo y que siempre nos queda la sombra de la duda cuando vemos vídeos con productos patrocinados. Pero como en todo, cuando llevas tiempo viendo vídeos en Youtube, aprendes un poco a diferenciar opiniones sinceras de otras más dudosas.
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